sábado, 16 de junio de 2012

Krishna IX [Krishna y Skanda, dos Aspectos del Uno]

Érase una vez un joven pastor, bello y feliz, cuidando las vacas (conservando los pensamientos amorosos o "vacas", desechando los pensamientos inarmoniosos o "salvajes") y animando al bosque y a todos los seres con su relajante música de flauta que invita a recordar lo eternamente ilimitado...


En su Corazón vivía junto a su primo Skanda, hijo de Shiva, hijo de Agni, una especie de joven Shiva o joven Agni. Ambos son las dos caras de una misma moneda, dos aspectos de un mismo Ser: Krishna representando el lado más amable, Skanda representando el lado más incontrolable ("salvaje" en el sentido de espontáneo, incontrolable, impredecible). En realidad ambos son lo mismo, son el mismo Uno, el único Ser...


En el entorno del Ser, siempre hay paz, belleza, armonía, las vacas comen tranquilas, los niños juegan alegres, el agua de río corre limpia y clara, la paz reina en su dichosa dulzura...


El Dios Amor no es guerrero porque ataque, es "guerrero" debido a que su mirada todo lo purifica, su Ser es inmutable, por eso es inatacable, es invulnerable, es inmortal, es el eterno niño siempre espléndido, ilimitadamente feliz...


Su nombre significa Cielo, o Azul Oscuro, porque es el Cielo en la forma... en la forma es el símbolo del Cielo, y más allá de la forma es la pura esencia del Ser, el Cielo mismo, informe e ilimitado...


Se le simboliza con millones de formas, pero todas son este mismo bondadoso Ser, el vencedor del tiempo, el Amor que lo trasciende todo, la Belleza que trasciende las formas, la Bondad que trasciende las acciones...


Este Ser es el Uno, el Único que existe realmente, es la Abundancia, la Bondad ofreciendo eternamente su amistad y sus dones, ofreciendo sus ilimitados postres dulces que nunca se acaban...


Conócete a ti mismo, porque si conoces tu verdadero Ser, entonces conoces a este Único Ser que es la Bondad que lo trasciende todo. Una vez reconocida nuestra inseparabilidad con esta esencia nuestra, una vez recordado nuestro Ser Uno, lo único que se experimenta es una siempre creciente e ilimitada felicidad, que es la paz de Dios, la cual trasciende toda posible descripción...